En 1965 ganó el II Concurso “El Poeta Joven del Perú”. Miles de versos después, nos recibe en su departamento en La Calera bien enchompado. Este invierno llegó tan tarde que ya nadie lo esperaba.“Este es un frío aprista, traicionero”, bromea. Acaba de publicar “Poemas desconcertados” y sabe que sus lectores no han nacido todavía.